Su principal función es impedir que el mal olor y los gases que se producen en el sistema de tratamiento se devuelvan por los desagües, pero sin llegar a afectar el flujo normal de salida. Además permite registrar el flujo del líquido a tratar. Se recomienda colocar siempre un registro sifónico antes de un sistema de tratamiento o previo a una conexión directa hacia un alcantarillado sanitario.